Hace unos días recibí un email de Educa. Me trajo muy buenos recuerdos abrirlo, como cuando hace cuatro años me notificaron que sería ponente en su II Congreso Mundial de Educación.
Esta vez, el contenido del correo era otro... Estaba sola y lo primero que hice fue quedarme "petrificada". Después, me emocioné MUCHO. En seguida me vinieron a la cabeza la cara de alguna madre de mis alumnos/as que, a finales de curso me hicieron sospechar que algo estaban tramando, sin saber que, en realidad, sería este email lo que me llegaría.
Después de la enorme emoción vinieron las dudas sobre si aceptar o no la nominación. Dudas, sí. Muchas dudas sobre si yo tenía que estar ahí y todos los miedos que asaltan con mi alto nivel de autoexigencia.
Tras pensarlo y darle muchas vueltas decidí aceptarlo. La valoración de las familias es algo muy importante en nuestro trabajo, su apoyo, compromiso y acompañamiento es fundamental. Los/las que me conocéis, sabéis que llevo años defendiendo la unión escuela-familia, que las involucro y me involucro con ellas todo lo que puedo y, por ello, si alguna familia ha dedicado SU tiempo en pensar en mí para esto, proponerme, y creer que yo debo estar en esa lista, mi compromiso era aceptarlo,pues es un enorme honor y un gran reconocimiento hacia mi trabajo y hacia mi por su parte. Ese ha sido el mejor regalo, saber que viene de las familias, que en este caso, representan a mi alumnado, los cuales son la razón de todo.
Conozco la polémica que hay con estos premios por varios motivos y lo que la nominación puede suponer para bien y, a veces, también para mal. He leído muchas opiniones de compañeros/as, de entidades, de prensa sobre este concurso, sobre su nombre y los criterios de baremación. Pero lejos de todo esto, creo que Educa busca dar visibilidad, reconocimiento y dignificar socialmente nuestra profesión, algo totalmente necesario hoy en día.
He sentido un poco de "vértigo" por estar nominada y con "miedo" y nervios a que llegara el día en que se hiciera público el listado. Pero ya está. Ahora lo voy a intentar disfrutar mucho, porque es para ello, porque estoy realmente emocionada y porque creo que merezco poder disfrutarlo ¿no?
Estoy feliz por esta nominación, súper agradecida a las personas que lo han hecho posible. Orgullosa del camino recorrido a lo largo de estos años (os aseguro que nada fácil), de que mi manera de trabajar se valore, se agradezca, se recnozca y se agradezca. Si premios como este, sirven para dar visibilidad a los docentes, para contagiar, difundir e ilusionar y para seguir mejorando la educación y apostando por otra manera de hacer las cosas...¡bienvenido sea!
Por cierto...soy MAESTRA, ni influencer, ni gurú,ni nada por estilo, como he leído en redes refiriéndose a los nominados/as. Soy una maestra que ama su profesión, que pone los pies y el alma en el aula todos los días, que cree en la infancia y en su poder infinito, en ofrecer una educación adaptada a la realidad que tenemos, acorde a esta sociedad "líquida" y cambiante y que lo único que intenta es hacer lo mejor posible su trabajo y ser un poquito mejor cada día en todos los sentidos.
Enhorabuena a todos/as los compañeros/as que aparecen en esa lista. Gracias también a los/as que no están en ella, pero que realizan un estupendo trabajo en las aulas y con los/las que comparto inquietudes y visión.
GRACIAS DE CORAZÓN POR ESTE ENORME REGALO A QUIEN LO HAYA HECHO POSIBLE.
Gracias EDUCA por considerar que debo estar en ese listado.
Gracias a todos/as los/as que os vais a alegrar con esta publicación.
Ojalá estuvieras aquí, mama...
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