Una de las características fundamentales de los niños es la capacidad inmensa de ilusionarse por las cosas, ellos pueden hacer que cualquier cosa, por sencilla que sea, sea la más importante del mundo. Podemos sentir ilusión por casi todo, ello depende de nuestra actitud. Debemos ayudar a identificar qué cosas les hacen sentir ilusión para afrontar con mayor entusiasmo su vida, y ser consciente de las cosas que le ayudan a ser feliz. La ilusión está conectada con las emociones positivas. Cuando nos ilusionamos, nos sentimos bien, nos sentimos plenos y motivados. Nuestro estado emocional cambia, pues nos sentimos entusiasmados y cargados de energía, en definitiva, más felices.
Aquí os dejo la imagen que nos ha servido para introducir esta emoción, para reflexionar sobre ella y ponerle nombre.
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